martes, 6 de marzo de 2012

Óscar Esquivias: “Supongo que un Spotify de libros es perfectamente posible, pero no me gustaría interrumpir 'Lolita' por un anuncio”

© Asís G. Ayerbe

Dicen que Óscar Esquivias (Burgos, 1972) es uno de los mejores escritores de su generación. La crítica lo quiere y sus colegas narradores ensalzan su trabajo, al que se dedica por completo desde muy joven y que abarca narrativa, literatura infantil y juvenil, cuentos, ensayos, artículos… Esquivias lo escribe todo. ¿Lo último? Su contribución a la Rusia imaginada de Care Santos y un magnífico libro de relatos titulado Pampanitos verdes, al que seguirá ¿...hojas de limón, la Virgen María, madre del Señor...? No exactamente. Más bien, un cuento con Berlioz y Cherubini como protagonistas. También, el rodaje de su novela Inquietud en el Paraíso, primera parte de la trilogía dantesca del autor burgalés. Si nada se tuerce, Giménez-Rico comenzará a filmarla en agosto.  Estamos, por tanto, ante un autor de película.

Si tuviera que caracterizarse a sí mismo, como si de un personaje literario se tratara, ¿qué rasgo elegiría?

Me describiría guapo y sensible como un pastor garcilasiano, y de ahí para arriba.

Tengo entendido que estaba siguiendo los pasos del compositor francés Héctor Berlioz en la Villa Medici para novelar el tiempo que pasó allí. ¿Le dio alcance y podremos leer pronto el libro o está trabajando en otro proyecto?

Le voy persiguiendo, sí, pero de momento él corre más. De todos modos, si nada se tuerce, dentro de pocos meses publicaré un cuento titulado «El arpa eólica», con Berlioz y Cherubini como protagonistas (irá en un libro colectivo de relatos fantásticos ambientados en el siglo XIX).

La Burgospedia le describe como un autor tenaz, empeñado en dedicarse a la literatura aunque para ello haya tenido que “llevar una vida de renuncias, propia de un cartujo”. ¿De verdad que se puede vivir del cuento sin ser, como es su caso, un niño bien?

La Burgospedia exagera muchísimo. No tengo la sensación de haber renunciado a nada (al menos, a nada que me importe). Al contrario, me considero más afortunado que si fuera hijo de un banquero.

Si tuviera que elegir entre no volver a escribir o no leer nunca más, ¿qué escogería?

No volver a escribir cuestionarios.

Decía Juan Rulfo que el cuento es un género más importante que la novela, porque hay que concentrarse en unas cuantas páginas para decir muchas cosas, sintetizar, frenarse y que, en eso, el cuentista se parece un poco al poeta, al buen poeta. ¿Está de acuerdo?

Quizá alguna vez yo mismo haya afirmado algo parecido, pero desde hace un tiempo me tengo prohibido hacer afirmaciones así, que no suelen ser más que tópicos para salir del paso o proyecciones interesadas de las habilidades o preferencias de uno mismo. El que se te den mejor las acuarelas no quiere decir que la pintura al fresco sea inferior, o viceversa. Por supuesto, digo esto desde la admiración ilimitada hacia la obra de Rulfo.

¿El escritor de relatos nace o se hace?

De momento, lo importante es nacer; lo demás ya vendrá por añadidura, si tiene que venir.

Y, ¿el lector?

Exactamente igual.

A todos los que tenemos un par de relatos criando telarañas digitales recomiéndenos, por favor, un par de revistas, nacionales o extranjeras, donde se muestren receptivos a publicar cuentos.

Al otro lado del espejo es una revista dedicada íntegramente al género breve y en sus páginas –y en su página web– encuentro siempre nombres de autores nuevos y desconocidos para mí (http://alotroladodelespejorevista.blogspot.com/). Respecto a las extranjeras, no tengo muchas referencias, pero si uno está muy seguro de su talento y tiene ambición, puede probar suerte aquí: http://www.newyorker.com/fiction/


He visitado su muro en Facebook y lo último que ha colgado son algunas fotos del Hospital General Yagüe, al que por lo visto le quedan dos meses de vida. Imágenes de enchufes sobre paredes pintadas de gotelé, rollos de papel higiénico… ¿Se encuentra usted bien?

Me encuentro perfectamente, gracias. Sólo estaba allí de visita y me entretuve haciendo fotos “artísticas”, espero no haber alarmado a nadie.

El cierre de Megaupload ha disparado el debate sobre las descargas gratuitas y el precio de los contenidos digitales. ¿Qué opina al respecto? ¿Se imagina un Spotify de libros?

La verdad es que no pienso mucho en esto. Yo nunca usé Megaupload, pero sí consulto a menudo la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes o el archivo de imágenes de Commons. Me parece muy bien que todas las obras libres de derechos de autor (partituras, libros, fotos, películas, etc.) estén siempre disponibles (y gratis) en cualquier lugar del mundo. En cuanto a las obras con derechos, la situación es más compleja y daría para hablar largo y tendido. Finalmente, supongo que un Spotify de libros es perfectamente posible (pero no me gustaría interrumpir la lectura de Lolita para escuchar un anuncio publicitario entre párrafo y párrafo).

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